Una novedad en la lista de propuestas fiscales de campaña del expresidente Trump es un plan para poner fin a la doble imposición para los estadounidenses que viven en el extranjero.
“Apoyo poner fin a la doble imposición de los estadounidenses en el extranjero”, dijo Trump en una declaración compartida el jueves con The Hill.
Los estadounidenses que viven en el extranjero pueden tener obligaciones tributarias tanto con Estados Unidos como con el país donde residen, aunque las leyes tributarias estadounidenses tienen algunas características para mitigar esas cargas duales.
Pero sigue siendo un mandato relativamente inusual, ya que muchos países permiten que sus ciudadanos no paguen impuestos mientras residen en el extranjero.
La propuesta de Trump podría reducir esa carga fiscal y facilitar que los estadounidenses más ricos se muden al extranjero, según The Wall Street Journal, que fue el primero en informar sobre la historia.
Las exenciones internacionales actuales para los estadounidenses que trabajan en el extranjero incluyen la exclusión de ingresos obtenidos en el extranjero, la exclusión de vivienda en el extranjero y la deducción de vivienda en el extranjero.
La declaración compartida con The Hill no entró en detalles sobre el alcance de los cambios fiscales internacionales previstos por Trump.
Tanto Trump como la vicepresidenta Harris han ofrecido una serie de posibles cambios al código tributario mientras la campaña avanza antes de las revisiones importantes de las leyes tributarias que se anticipan para el próximo año.
Los de Harris incluyen créditos para compradores de vivienda por primera vez, nuevos padres y personas que deseen iniciar un pequeño negocio.
Trump ha propuesto cancelar los impuestos sobre las propinas y el pago de horas extras, así como cambios en los impuestos a la seguridad social.
El costo de los cambios impositivos propuestos por Trump podría aumentar sustancialmente el déficit nacional. Las estimaciones oficiales de una prórroga directa de las disposiciones que expiran en su Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017 han sido cifradas en 4 billones de dólares durante la próxima década, o 400 mil millones de dólares por año, según el Centro para el Progreso Americano (CAP), un grupo de expertos de Washington.
El Centro de Política Bipartidista estimó esa cifra en 5 billones de dólares en una estimación reciente.
En una comparación lado a lado de los costos presupuestarios de los planes fiscales de Harris y Trump, el Comité para un Presupuesto Federal Responsable proyectó que los planes de impuestos y gastos de Trump podrían costar hasta 15,15 billones de dólares, mientras que los de Harris podrían costar 8,1 billones de dólares.
En el extremo inferior, el de Harris podría alcanzar el punto de equilibrio, mientras que el de Trump podría costar 1,45 billones de dólares. La tendencia central de los planes es una adición de déficit de 3,5 billones de dólares para Harris y una adición de 7,5 billones de dólares para Trump.
Los déficits presupuestarios, que se dispararon después de las medidas de rescate implementadas como resultado de la pandemia, son una prioridad para muchas autoridades en Washington, y el Fondo Monetario Internacional también ha pedido a Estados Unidos que aborde su nivel de deuda.