Alemania se enfrentará a un año 2025 difícil, con crecimiento estancado, incertidumbre fiscal, riesgos geopolíticos, altos costos energéticos y un sector automotriz debilitado. Sin reformas para desbloquear las inversiones estructurales y reforzar la competitividad, la mayor economía de Europa corre el riesgo de sufrir un malestar prolongado.
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La economía de Alemania, alguna vez considerada la potencia de Europa, ahora atraviesa una era de estancamiento y desafíos estructurales.
Con proyecciones de crecimiento entre las más débiles del mundo desarrollado, el país enfrenta importantes obstáculos en 2025, que van desde el estancamiento económico y las tensiones geopolíticas hasta la necesidad de una reforma estratégica en sectores clave.
A continuación se detallan los cinco principales desafíos a los que tendrá que enfrentarse la economía alemana.
1. Estancamiento económico y persistente mal desempeño
La economía alemana prácticamente no ha experimentado crecimiento desde finales de 2019.
Las proyecciones de crecimiento para 2025 siguen siendo sombrías, y se espera que el PIB real crezca apenas un 0,3%, según Goldman Sachs. El Bundesbank proyecta un aumento aún más tibio del 0,2%, mientras que el Instituto Kiel pronostica un franco estancamiento del 0,0%.
Detrás de este estancamiento hay una confluencia de exportaciones débiles, consumo privado lento e inversiones vacilantes.
La descarbonización, la digitalización y los cambios demográficos están ejerciendo una presión a la baja sobre la producción potencial, lo que hace que los analistas se pregunten si el malestar de Alemania es una debilidad temporal o un ajuste estructural.
El profesor Timo Wollmershäuser del Instituto ifo señaló recientemente: “Por el momento aún no está claro si la fase actual de estancamiento es una debilidad temporal o una debilidad permanente y, por tanto, un cambio doloroso en la economía”.
2. Elecciones e incertidumbre fiscal
Las elecciones federales anticipadas de Alemania, previstas para febrero de 2025, traen consigo una mayor incertidumbre económica y política.
Los inversores están observando de cerca para ver si un nuevo gobierno aprovechará la importante capacidad fiscal de Alemania para estimular el crecimiento.
A pesar de la sustancial capacidad fiscal de Alemania, con una de las relaciones deuda-PIB más bajas entre las principales economías avanzadas, el “freno de la deuda” constitucional limita el endeudamiento público.
Sin embargo, existe escepticismo sobre si existe voluntad política para aprovechar este potencial.
Si bien la cláusula de escape podría permitir un estímulo inmediato, una eliminación permanente del freno de la deuda -esencial para desbloquear inversiones sostenidas a largo plazo- se considera en general poco probable.
Los analistas advierten que, a menos que un nuevo gobierno adopte reformas procrecimiento, como incentivos fiscales y gasto en infraestructura, Alemania corre el riesgo de quedarse aún más rezagada con respecto a sus vecinos europeos.
El Bundesbank subrayó esta urgencia, afirmando que “la política fiscal será restrictiva este año y los próximos dos años”.
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El Instituto Kiel también destacó que la incertidumbre derivada de las elecciones ya ha afectado la confianza empresarial, retrasando aún más las decisiones de inversión.
3. Pérdida de competitividad en la industria del automóvil
El sector automotriz de Alemania, un pilar clave de su economía, continúa perdiendo competitividad global.
Los que alguna vez fueron actores dominantes como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz han perdido constantemente participación de mercado frente a los fabricantes estadounidenses y chinos.
Según Goldman Sachs: “China ha pasado de ser un mercado de exportación clave para Alemania a convertirse en un principal competidor”, especialmente en sectores como el de los vehículos eléctricos, donde los fabricantes de automóviles alemanes van a la zaga.
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Las relaciones comerciales de Alemania con China han cambiado dramáticamente.
Como señaló el Bundesbank: “El decepcionante crecimiento en China -junto con una inclinación de la actividad industrial a la doméstica- ha pesado sobre la demanda de los productos alemanes y ha reducido las exportaciones alemanas a China”.
Las exportaciones de automóviles alemanes se han visto aún más afectadas por los altos costos de la energía y la incertidumbre en materia de política comercial.
Como afirma el Instituto Kiel: “El sector del automóvil lleva seis meses sombrío, debido a los cambios estructurales y a la caída de la competitividad de las exportaciones”.
PUBLICIDAD4. Riesgos geopolíticos: tensiones comerciales y proteccionismo
La economía alemana impulsada por las exportaciones sigue siendo vulnerable al creciente proteccionismo global, particularmente de Estados Unidos.
Se espera que las políticas comerciales de la próxima administración Trump tengan un impacto desproporcionadamente negativo en Alemania.
“Si bien la magnitud de los aranceles estadounidenses es muy incierta, nuestro trabajo sugiere que gran parte del freno al crecimiento probablemente provenga de una mayor incertidumbre en materia de política comercial”, advirtió Goldman Sachs en una nota reciente.
El Instituto Kiel estima que los aranceles impuestos por la administración entrante de Trump podrían reducir el PIB de Alemania en un 0,6% en un escenario base y hasta en un 1,2% en un escenario a la baja que implique aranceles más amplios sobre productos de la UE.
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“El débil crecimiento potencial de Alemania está saliendo a la luz, y cualquier factor perturbador externo imprevisto puede marcar la diferencia entre un aumento o un descenso en la producción económica”, afirmó Moritz Schularick, presidente del Instituto Kiel.
Esta incertidumbre ya ha provocado una fuerte caída de la confianza empresarial. Las expectativas de exportación para 2025, medidas por el Instituto Ifo, han caído a sus niveles más bajos en años.
Las perspectivas comerciales son particularmente sombrías para las industrias automotriz y metalúrgica, que históricamente han formado la columna vertebral de la economía exportadora de Alemania.
5. Aumento de los costos de la energía y presiones inflacionarias
Los altos precios de la energía siguen siendo una carga persistente para las empresas y los hogares alemanes.
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El Bundesbank informó que la producción industrial en los sectores de uso intensivo de energía se ha contraído entre un 10% y un 15% debido a los elevados costos del gas y la electricidad, con poco margen de recuperación en 2025.
La decisión de Alemania de eliminar gradualmente la energía nuclear ha agravado este desafío, dejando al país dependiente de fuentes de energía más costosas y menos predecibles.
Además, los altos costos energéticos de Alemania exacerban los desafíos que enfrentan las industrias de uso intensivo de energía, como la fabricación de automóviles, lo que reduce los márgenes y lleva a algunos productores a considerar reubicar sus operaciones en el extranjero.
La inflación, aunque ha disminuido desde su máximo de 2022, sigue siendo obstinadamente alta en comparación con los niveles previos a la pandemia.
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Se prevé que el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IPCA) caiga solo marginalmente al 2,4% en 2025, afectado por costos de servicios persistentemente altos y una recuperación más lenta de lo esperado en la dinámica salarial.
Un panorama sombrío con escenarios alcistas limitados
Un escenario más optimista depende de reformas decisivas para reducir la carga impositiva corporativa, ampliar la infraestructura y abordar la escasez de mano de obra en Alemania a través de políticas de inmigración y participación laboral.
Sin estas medidas, el estancamiento estructural podría seguir pesando sobre las perspectivas de crecimiento del país mucho más allá de 2025.
Como indicó recientemente Joachim Nagel, presidente del Bundesbank: “Aún no se ha materializado una recuperación económica. La economía alemana no sólo lucha contra persistentes vientos económicos en contra, sino también contra problemas estructurales”.
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Por ahora, las perspectivas para la mayor economía de Europa parecen limitadas por una combinación de fuerzas cíclicas y estructurales que no muestran signos de disminuir.