El ejército de EE. UU. publicó el viernes un informe muy redactado sobre un incidente en el Cementerio Nacional de Arlington que involucró a un miembro del personal y asistentes de la campaña de Trump cuando el expresidente visitó el cementerio en agosto.
El grupo de vigilancia no partidista American Oversight obtuvo una copia del informe, que ofrece muy pocos detalles sobre el incidente. Enumera el delito en cuestión como una “agresión simple” y ofrece una descripción parcialmente redactada de lo que supuestamente ocurrió.
“Mientras trabajaba en el Cementerio Nacional de Arlington, (ELIMINADO) con ambas manos (ELIMINADO) mientras intentaba pasar (ELIMINADO) no requirió atención médica en la escena y luego se negó cuando se la ofrecieron. (ELIMINADO) rindió una declaración jurada ante un fiscal del distrito. Formulario 2023 y declaró (ELIMINADO) que no quería presentar cargos”, se lee en el informe.
Pero toda la declaración sobre lo ocurrido por parte del empleado del cementerio está redactada.
Trump visitó el Cementerio Nacional de Arlington el 26 de agosto para una ceremonia para conmemorar el aniversario del ataque al aeropuerto de Kabul que mató a 13 miembros del servicio estadounidense en medio de la retirada de Afganistán.
NPR, citando una fuente anónima, informó por primera vez que un funcionario del cementerio intentó impedir que el personal de Trump filmara y fotografiara en un área del cementerio donde están enterrados los soldados asesinados recientemente en Afganistán e Irak, conocida como Sección 60. La fuente le dijo a NPR que los empleados de Trump empujó al funcionario a un lado cuando intentaron impedir que los funcionarios de campaña ingresaran al área.
La campaña de Trump culpó al empleado del cementerio por el incidente y los acusó de tener un “episodio de salud mental” y de intentar “bloquear físicamente a miembros del equipo del presidente Trump durante una ceremonia muy solemne”.
El propio ejército intervino para defender las acciones de los empleados, diciendo que estaban tratando de hacer cumplir las reglas que prohibían las actividades políticas en los terrenos del cementerio cuando fueron dejadas de lado.
“Consistente con el decoro esperado en (el cementerio), este empleado actuó con profesionalismo y evitó mayores disturbios”, dijo el funcionario, agregando que el incidente fue reportado a la policía pero “el empleado posteriormente decidió no presentar cargos”.
El Ejército dijo que ahora “considera cerrado este asunto”.