Home Técnica Un ‘dedo’ robótico podría realizar tu próximo examen físico íntimo

Un ‘dedo’ robótico podría realizar tu próximo examen físico íntimo

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Los investigadores han desarrollado un “dedo” robótico ultrasensible, parecido a un humano, capaz de realizar de forma segura exámenes físicos de rutina como lo haría un médico. Dicen que pronto se podrá ver al ‘robodoctor’ en las clínicas médicas.

Los dedos de los médicos son herramientas de diagnóstico que se utilizan para aprender todo tipo de cosas sobre usted y su salud. Los profesionales médicos utilizan los dedos para, por ejemplo, tomarle el pulso, detectar bultos anormales en los tejidos debajo de la piel y los insertan en lugares oscuros y cálidos con fines de diagnóstico.

Ahora, investigadores del Departamento de Maquinaria de Precisión e Instrumentación de Precisión de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China (USTC) han creado un ‘dedo’ robótico flexible, inspirado en el ser humano, para realizar exámenes médicos de rutina como los enumerados anteriormente.

“El examen físico es uno de los métodos más disponibles, eficaces y seguros para detectar hallazgos tempranos de bultos y otros signos de cáncer de mama”, dijeron los investigadores. “En la medicina tradicional china, los médicos pueden tomar el pulso de un paciente en la muñeca… para comprender sus afecciones cardíacas.

“Por un lado, debido a la falta de médicos capacitados y experimentados, es posible que algunas enfermedades o riesgos potenciales no se identifiquen a tiempo para evitar su agravamiento. Por otro lado, un gran porcentaje de personas no están dispuestas a someterse a un examen físico, especialmente aquellas que son examinadas por un médico del sexo opuesto. Por tanto, la palpación robótica ha atraído una intensa atención en la comunidad investigadora”.

Dadas las complejidades de la mano humana, incluso las manos robóticas más avanzadas todavía están muy por detrás en igualar sus capacidades. Por lo tanto, para el equipo de la USTC lograr una sensación táctil de palpación comparable a la humana (que consiste en detectar anomalías) y propiocepción (la capacidad de sentir el movimiento y la ubicación de las partes de nuestro cuerpo) en un dedo robótico suave es un desafío bastante grande. trato.

El BSF se dobla en diferentes ángulos debido a la presión

Wang y cols.

Su BSF, abreviatura de dedo suave bioinspirado, consta de un cuerpo de actuación flexible y una detección multimodal integrada. Tiene forma semicircular en forma de dedo con una estructura PneuNet (redes neumáticas), una clase de actuador blando compuesto por una serie de canales y cámaras dentro de un elastómero. El BSF se dobla hacia adentro cuando se presuriza a medida que estas cámaras de aire se expanden. Su longitud total es de 129 mm (5,08 pulgadas).

“El BSF propuesto tiene un diseño simple y sólo requiere medir la resistencia y la inductancia en dos terminales para lograr una percepción táctil similar a la humana”, explican los investigadores. “Al igual que nuestro dedo humano, el BSF puede percibir información rica sobre las propiedades físicas de los objetos a través del tacto activo”.

Los investigadores probaron cómo le fue a su BSF al realizar la palpación médica como lo haría un médico. Podría buscar y reconocer bultos modelo en algún tejido modelo en un área grande. Además, el ‘robofinger’ encontró con éxito una arteria en la muñeca de un participante humano y midió su pulso. En el estudio no se mencionó si el dedo se utilizó para realizar algún tipo de pronóstico invasivo.

“Demostramos que el BSF puede presionar y ‘sentir’ la rigidez de un objeto y realizar una palpación robótica segura y precisa similar a la realizada por un médico”, dijeron los investigadores. “Además, el BSD montado en un brazo robótico (de seis grados de libertad) puede localizar la arteria en la muñeca de un participante y tomar (pulsos) para su análisis en tiempo real. Estos hallazgos resaltan el potencial de un ‘robodoctor’ para realizar exámenes físicos en el futuro”.

Al menos es poco probable que el BSF se encuentre con el problema de tener las manos frías.

El estudio fue publicado en la revista Cell Reports: Physical Science.